Todo un mundo insondable el de la factura de la luz que nos envían a casa o al correo electrónico las comercializadoras. Mi trato con estas empresas siempre ha sido el mismo que con lo bancos. El nivel de confianza con ellas es el mismo que si tratara con la mismísima mafia: cero o por debajo de cero. Parto de la base de que pocos, o muy pocos, son capaces de entender bien todos los conceptos con los que se nos grava en la dichosa factura. No me incluyo entre ellos. Y eso que durante un periodo de dos años y medio, debido a mi trabajo, no me quedó otro remedio que aprender a marchas forzadas sobre muchos y muy diferentes conceptos energéticos que ahora empiezo a recuperar de nuevo. En casa tenemos una potencia contratada de 3,45 KW y la empresa comercializadora es EDP. Este concepto lo teníamos controlado porque la potencia la bajamos hace poco a pesar de las dificultades que el operador de la anterior compañía nos puso para realizar el cambio. Creo recordar que me dec