Los Simpson son algo más que una ácida serie de animación, como dice Francisco R. Villatoro en su artículo ‘Los simpson y las matemáticas’. Son un icono de nuestra cultura actual. Un reflejo de nuestra sociedad occidental. Y con una carga crítica de tal profundidad que a veces duele, aunque sea de reírse.
Pero si somos capaces de ampliar nuestra fotografía inicial sobre la serie descubriremos infinitos matices. Como por ejemplo que la revista Nature catalogó a la ficción como uno de los mejores programas divulgativos de ciencia en televisión. Tanto es así que todo un premio Nobel de Química como Dudley Herschbach admitió en su día que lo único que conocía el gran público de él era su aparición en un capítulo de Los Simpson.
Todos los que somos seguidores de la serie hemos visto pasar por sus capítulos a Stephen Hawking -a quien Homer llega a llamar Larry Flint-, Stephen Jay Gould, Jane Goodall y otros muchos más. Si seguimos ampliando un poco más la fotografía podremos comprobar también la estrecha relación que la serie guarda con las matemáticas.
Desconocía el hecho de que entre sus guionistas se encuentran numerosos licenciados y doctores en matemáticas, física e informática. Y también ignoraba que existiera un libro como el de Simon Singh. Todos los artículos consultados sobre la relación entre la familia más famosa de Springfield y las matemáticas coinciden en señalar que sus episodios están plagados de guiños matemáticos, unos explícitos y otros reservados a los especialistas.
Puede que el más glorioso de todos ellos, o el más recordado, sea el de Homer perdido en esa dimensión paralela con tal de huir de sus cuñadas. Su paseo sobre la trama cartesiana está plagado de referencias matemáticas profundas como el Teorema de Fermat o uno de los siete problemas del milenio como el de P vs NP.
Los números que se emplean en la serie tienen casi siempre una función. Por ejemplo, cuando Marge pasa a Maggie por el lector de la caja del supermercado, su precio, 847,63 dólares, era entonces el presupuesto estimado de lo que costaba mantener a un bebé norteamericano mensualmente.
También durante algún tiempo, la entradilla de los episodios se basó a uno de los videos científicos más impactantes de la historia, como es el de las potencias de diez, de Ray y Charles Eames.
Las referencias a las ciencias básicas y a las matemáticas son infinitas. Y también a su desconocimiento y desprecio por parte de la sociedad. Pero también lo son a la filosofía y a otras muchas disciplinas que ayudan a deslizar en la serie de animación un montón de discusiones de enorme calado para la humanidad .
¡Muy bien!
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