He escogido la elaboración de la entrevista. Siempre me han gustado. Ha sido un poco extraño contactar en la ficción con un hombre perdido en el espacio que no puede comunicarse con la Tierra ni con su mujer, pero que sí lo ha hecho conmigo. Después me he dado cuenta de que M Clan no se rompió mucho la cabeza con la letra, o es que yo no estoy sobrado de imaginación. Tengo la sensación de que me faltan preguntas.
“Mi situación, perdido en el espacio, es como protagonizar un cuento macabro de ciencia ficción”
El capitán de la nave extraviada en el espacio a dos mil años luz de distancia de la Tierra asume que su rescate es cada vez más difícil
Ha visto morir estrellas en el cielo de Orión. Y planetas extinguirse delante de sus ojos. Es el capitán de la nave extraviada en el espacio y lleva años aislado, perdido en el tiempo, en otra dimensión. En una suerte de misión infinita, alejado de todo y de todos, condenado a vagar por el espacio sin contacto con otros seres humanos y sin conexión con la estación espacial que podría traerlo de regreso a la Tierra.
-¿Capitán, podría explicarnos cómo sucedió todo? ¿Cuándo empezaron los problemas?
La misión estaba desarrollándose de la manera correcta. Mi viaje, ese maldito día, comenzó de la forma más rutinaria posible. No era más que otro día en la oficina, como suele decirse. Sin embargo, una serie de fallos eléctricos en cadena en el equipo de navegación me dejó sin potencia en los motores, desvié mi rumbo y perdí el control de la nave. Cuando mis compañeros de la Estación Espacial Internacional se dieron cuenta de los problemas, yo ya me encontraba muy lejos y sin posibilidad de regresar ni de contactar con ellos.
-La situación es angustiosa, ¿cómo la describiría?
A veces creo ver luces. Todo se hace muy complicado aquí. Pierdes no sólo la noción del tiempo, sino la conciencia de tu propia humanidad. Pienso mucho en mi mujer, e imagino mi regreso a casa. Yo no pierdo la esperanza, pero sé que cuanto más tiempo pasa más me alejo de un posible rescate por parte de mis compañeros y de cualquier posibilidad de ayuda. Soy consciente de ellos. Me siento como un cow boy del espacio azul eléctrico que sabe que está a dos mil millones de años luz de casa sin posibilidad de comunicarse con la estación. Es como protagonizar un cuento macabro de ciencia ficción. Estoy perdido no sólo en el espacio, sino en el tiempo también.
-¿Qué es lo que ha podido ver desde la nave en todo este tiempo?
La mayor parte del tiempo, la nada. La inmensidad vacía del espacio. Sin embargo he sido testigo de cosas que, como decía Roy Batty en Blade Runner, no creeríais los humanos. No he visto naves ardiendo en Orión, pero sí he visto morir una estrella de esa constelación. También he visto apagarse a Venus. Como comprenderá, todo muy impactante. Lástima que con mi más que posible desaparición, todas estas experiencias desaparecerán conmigo.
-¿Cómo gestiona la frustración, capitán?
Es complicado, muy complicado. Todos los días durante todo este tiempo he intentado comunicarme con la Estación Espacial y con el puesto de mando en la Tierra. Nadie responde, y la sensación de abandono es muy dura. De vez en cuando me entretengo jugando al póker con el ordenador, y procuro hacer mucho ejercicio. Nunca nadie ha estado tanto tiempo en el espacio, y los efectos físicos son ya muy evidentes. No sé cuánto tiempo más aguantaré, y no es por falta de víveres, porque tengo una buena reserva de comida liofilizada y deshidratada. Pero como le contaba, los efectos de la ausencia de gravedad creo que están acabando conmigo.
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