Admito que este tema del algoritmo A* me ha superado. Entiendo que este algoritmo desarrollado a finales de la década de los años 60 es aquel que minimiza la heurística y el coste para llegar a la meta que supone la solución de un problema. Y si pensamos en aplicaciones prácticas, puedo comprender que es el que se usa para buscar el trayecto más corto entre dos puntos. Se trata de un algoritmo de búsqueda informada.
Si bien minimiza la heurística, no la elimina. Entendemos además heurística como el conjunto de reglas o la regla que permiten o permite escoger aquellos datos que, presumiblemente, llevan a una solución aceptable de un problema basándose en información que se obtiene de la experiencia y en las características específicas de cada problema concreto. Hemos podido leer que este algoritmo es la base del posterior desarrollo de Deep Blue, y que puede ser empleado también en la resolución del cubo Rubrik en el menor número de movimientos posibles.
Se nos pide que discutamos sobre qué problemas no pueden ser resueltos por este tipo de algoritmo. Pues bien, los problemas a los que no puede hacer frente "son aquellos que no poseen una definición clara, o cuya solución no es exacta, o en las que el conocimiento sobre el dominio parece vago e impreciso y cuya solución requiere o necesita de un gran conocimiento y experiencia", como se explica en la presentación 'El problema en IA y su representación'. En base a esto, el algoritmo A* no sirve para aplicaciones de IA destinadas al diagnóstico de enfermedades, de reconocimiento de imágenes o la conducción autónoma, entre otros. O al menos, eso creo.
Comentarios
Publicar un comentario