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Citas en los artículos científicos



Hace unos días leía una noticia relacionada con este paper que enlazo en el diario El País acerca de una investigación sobre las deformidades de los reyes españoles en los siglos XVI y XVII. Los Austrias, para ser más exactos. El estudio se publicó esta misma semana en la revista Annals of Human Biology. Al margen de los resultados del mismo -vincula sus deformidades a la endogamia-, el ejercicio que se nos pide es que enumeremos las citas que se presentan en las diferentes partes de un artículo científico. Un vistazo a este trabajo arroja los siguientes resultados. La Introducción contiene 28 citas, el apartado Metodología 9, el de Resultados 7 y el de Discusión 34. Un total de 78 citas con el sistema de nombre y año.

En primer lugar, me sorprende la enorme cantidad de citas que tiene este artículo. Lo primero que he hecho ha sido compararlo con uno de los elegidos para conocer mejor la estructura IMRYD de los primeros ejercicios, y la diferencia es sustancial. 78 citas contra únicamente 33, y en estilo númerico. Entiendo que las citas en un artículo científico han de ser importantes, puesto que reflejan que se ha consultado la base del campo científico de estudio y que se está al día de las novedades en el mismo. Sin embargo, intuyo que, tal y como se nos hace ver en los temas de la asignatura, existe un lado oscuro en la citación.

Por otra parte me ha sorprendido la inmediata respuesta crítica que este estudio de la Universidade de Santiago de Compostela ha tenido en las RRSS. Con mayor o menor gracia, mucha se ha preguntado: ¿Pero de verdad era necesario hacer un estudio científico para darse cuenta?, ¿En esto invertimos dinero y tiempo? En fin, era simplemente un apunte de la importancia y velocidad que las RRSS aportan hoy en día a cualquier debate, por muy efímero que sea.

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