He descubierto a los chicos de Tippe Top Physcis, que explican un montón de procesos físicos que ocurren en nuestras cocinas. El tema que comentaré tiene como protagonista al huevo y, más concretamente, su clara.
Los autores del video se cuestionan: ¿Por qué algo casi transparente de tono amarillento como la clara del huevo se puede convertir en algo tan blanco y opaco cuando la batimos al punto de nieve? Pues incauto de mí, que lo habré hecho y visto hacer decenas de veces, nunca me había parado a pensar cuál es el proceso físico que lo explica. Pues bien, la óptica tiene la respuesta gracias a la refracción y la reflexión de la luz. Cuando un rayo de luz pasa de un medio material a otro parte de él se desvía (refracción) y otra parte se refleja (reflexión). Cada interfase, que es el límite entre dos medios materiales, es un lugar en el que se producirá reflexión y refracción, que será más pronunciada cuanto mayor sea su índice (el efecto de la cuchara doblada en el vaso).
¿Pero qué pasa cuando batimos la clara? Cuando batimos la clara insuflamos aire y obtenemos burbujas, un montón. Con ellas se incrementan también el número de interfases en las cuales la luz se refleja y se refracta en todas direcciones. A esta fenómeno se le conoce como dispersión, y obtenemos una combinación de luz que proviene de todas partes que será de tono blanquecino. Esto explica por qué vemos blanquecino también la nieve o las corrientes rápidas de agua, por ejemplo.
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