Aprender a mirar con un poco de hondura
requiere el sedimento que los días nos dan
con su aluvión malsano; nos exige
la herrumbre compasiva de nuestras ilusiones,
y esa nueva inocencia extravagante
que da la fe sin fe de los incrédulos
Comentario de texto
Carlos Marzal nos dice que para aprender a mirar con intensidad hemos de haber sido antes engullidos por la corriente malsana de agua de los días, que va dejando en nosotros un poso inevitable de sedimentos que podemso entender como experiencias. Hemos, por tanto, de acumular una serie de vivencias a lo largo de la vida que se pegan a nuestra piel, que pueden llegar a pesar como una roca y nos permiten después tener otra mirada acerca de lo que pasa a nuestro alrededor. Marzal va más allá y señala que esa hondura de mirada que reclama necesita también alimentarse de nuestras ilusiones; por muy desgastadas que estén. La herrumbre puede provocar daños estructurales con el paso del tiempo, y eso mismo ocurre con nuestras ilusiones a lo largo de la vida. Pueden estar maltrechas, pero son las nuestras. Para finalizar, el autor apela a aplicar a la profundidad de la mirada la necesaria inocencia fuera de lo común de los descreídos, de los que ya no creen con facilidad en nada ni en nadie. Marzal nos habla de una combinación de tres elementos para conseguir esa hondura en la mirada.
Escultura. Acero, bronce y hormigón
Lo primero que me sugiere esta elección de materiales es que se trata de una escultura ideada para ser expuesta en el exterior, quizás en una plaza, o a la entrada o en los alrededores de un museo. Son tres materiales muy resistentes. Entiendo que el hormigón puede ser el material escogido para actuar como soporte, peana o base de la escultura, en la que o bien podrían combinarse de forma artística el acero y el bronce, o convertirse el primero en el armazón, el esqueleto del segundo. Esto podría ser así debido a que el bronce es un material valioso y de enorme tradición en la escultura, más vistoso, mientras que el segundo se emplea en ocasiones como una herramienta, tal y como hemos podido ver en el video relacionado con la pieza ‘Mamá’ de Louise Bourgeois, situada en los exteriores del Museo Guggenheim de Bilbao.
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