Son infinidad las situaciones cotidianas en las que empleamos mediciones para cuantificar las magnitudes más diversas. El tiempo cuando llevamos prisa, la masa cuando vamos al mercado, la temperatura de la vivienda, nuestra propia temperatura corporal si enfermamos, la fuerza, la longitud, la velocidad o la superficie, por ejemplo. En cuanto a esta última siempre me ha llamado mucho la atención como, a pesar de habernos dotado del sistema métrico decimal, en muchos lugares aún perviven sistemas de medición tradicionales muy arraigados además. Es el caso del ferrado gallego , relacionado con la calidad agrícola del terreno y que es, por lo tanto, variable de una zona a otra. En relación a este ejercicio sobre las medidas cotidianas y las unidades que empleamos habitualmente siempre me ha sorprendido cómo nos manejamos en la cocina quienes hemos sobrevivido hasta ahora sin balanzas o robots para sacar adelante determinadas proporciones y recetas. Nuestras unidades de me...
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